FUNDAMENTOS

Un tratamiento para la salud que se precie de eficaz, debe tener por sí solo, fundamentos sólidos y claros que sustenten su validez y efectividad, más allá de los que a nivel científico se puedan considerar, ya que con este tratamiento se pretende no sólo la sanación personal de los individuos, sino, además, un cambio de conciencia a nivel general dentro de la sociedad, un nuevo paradigma que catapulte a los seres humanos a una plena conciencia, completamente distinta de lo que hemos visto hasta el momento en materia de salud.
Los fundamentos que daré, avalan por completo las características sanadoras de las lágrimas. Es más, puedo asegurar que es el único tratamiento natural en el cual podemos, además, dar de él, fundamentos de características tan especiales, que tienen que ver con lo que verdaderamente somos los seres humanos, cuerpo, mente y espíritu.

PRIMER FUNDAMENTO: LO NATURAL, LLANTO Y  LÁGRIMAS
¿Qué más natural que el llanto y las lágrimas?. Llegamos a este mundo llorando en forma prácticamente instintiva, luego del primer suspiro que nos cambia de la vida intrauterina, aparece el llanto, lo que demuestra la naturalidad de éste y su aparición en los grandes cambios que tendremos en el transcurso de la vida. El primer llanto es como una sinopsis de nuestra existencia terrenal, cada cambio importante trae aparejados diversos estados emocionales, donde las lágrimas cumplen un papel fundamental. Las lágrimas, desde el mismo nacimiento, vienen a ayudar al feto, a su adaptación al cambio radical que experimentará, en la exterioridad de su vida, como asimismo, a través del llanto el niño solicita cuidados, alimentos y atención. Aparentemente, el hombre es el único ser biológico que llora al nacer y, al mismo tiempo, tiene conciencia de sus llantos de emoción cuando crece.
La naturaleza del llanto y sus lágrimas, son completamente natural.

SEGUNDO FUNDAMENTO: CONOCIMIENTO EMPÍRICO
Sabido es que las lágrimas que vierten los seres humanos por sentimientos y emociones, ayudan a que las personas se alivian de sus pesares, conocidas son las frases: “Llora y te desahogarás”. “Llorar hace bien”. “Deja que salga ese dolor”. “Los ojos que han llorado ven mejor la realidad”. “Las lágrimas fortalecen el alma”. “Las lágrimas te consolarán”. Además, en relación con este mismo conocimiento popular, quién no se ha percatado de que luego de mucho llorar, la persona siente a veces pequeños malestares, como leves dolores de cabeza y mareos, pero luego se siente relajada y tranquila, generalmente se duerme. Es también muy común observar, que los niños pequeños luego de tener una "pataleta" de llantos copiosa, se quedan dormidos intensa y calmadamente, se dice que duermen como angelitos.
Algunos estudiosos creyeron antiguamente que las lágrimas eliminaban excrecencias orgánicas y que el llanto servía de catarsis para limpiar el cerebro de cúmulos tóxicos, pero los estudios han concluido que no son toxinas las que se eliminan, sino todo lo contrario, como veremos más adelante, y el efecto molesto del llanto en un principio es como las pequeñas crisis curativas de algunos medicamentos energéticos, que provocan cierto malestar en un principio, antes de producir la mejoría.
Sabido es, además, que el conocimiento empírico y ancestral de algunos productos naturales para sanar -especialmente plantas, hierbas y algunos minerales-, se han anticipado por siglos o milenios a la ciencia, hasta que ésta los reconoce por sus propiedades y confirman su efectividad bajo su rígido procedimiento científico.
El conocimiento empírico ha dado pie a muchos descubrimientos científicos con el tiempo.

TERCER FUNDAMENTO: CULTURAL
En la cultura ancestral de diferentes lugares del planeta se han utilizado las lágrimas dentro de sus tradiciones. Hay pueblos en que las lágrimas demuestran más alegría que sufrimiento y por esta misma consciencia distinta a la nuestra, lloran más por todos los eventos positivos de la vida, que por las muertes y los problemas. Son personas alegres.
Se dice que los vietnamitas, durante la guerra, mantenían el agua potable libre de elementos patógenos y descomposición por mucho tiempo depositando sólo algunas lágrimas en tambores de más de doscientos litros de agua. ¿Cuál es el secreto de este conocimiento? Personalmente, he hecho este experimento con menos agua y ésta nunca se ha descompuesto.
El llanto y sus lágrimas son utilizados en algunos rituales de características religiosas, para lograr una comunicación espiritual. Una congregación de monjes tibetanos reúne lágrimas entre sus discípulos y parte de ellas son para entregárselas a sus iniciados, unificando de esta forma la fe que ellos tienen y adquiriendo información de una forma muy sutil de sus antecesores de claustro. Una vez al año, en la época de los deshielos, hacen una gran ceremonia muy especial en las riberas del río Ganges, donde vierten en sus aguas el resto de las lágrimas que han juntado durante el año, de hecho este río es considerado un afluente sagrado para el pueblo hindú y se dice que trae desde donde nace, en las laderas de los Himalaya, un gran poder de espiritualidad y sanación. Varias fiestas religiosas de la India se realizan en este río y sus afluentes, donde todos acuden a bañarse en sus aguas. Cada 12 años se realiza una de las fiestas más conocidas, el  Maha Kumbhamela (o ‘gran reunión del pote’), en Prayag, en las riberas del Ganges, en la que participan varios millones de personas. Es el mayor peregrinaje de características religiosas que se celebra en el mundo. Reunidos en la confluencia de dos de los ríos sagrados de la India, el Ganges y el Yamuna, donde según la leyenda emerge a la superficie el mítico e invisible río de la sabiduría, el Saraswati, donde los fieles se liberan de sus pecados y rezan para escapar del ciclo de reencarnaciones. ¿Será posible tal vez que cada 12 años los monjes de los Himalaya unifiquen también todas sus lágrimas y las viertan en el Ganges para que este pueblo tan espiritual siga el camino a la salvación? No podemos negar que estas características tan especiales mantienen cohesionada la fe y la espiritualidad de un pueblo donde la creencia es prácticamente una sola ya que  todos participan de estos rituales.
El río Ganges tiene además una característica muy especial, y es posible se la den las lágrimas de este ritual, es que a pesar de la gran cantidad de basuras, desperdicios y cadáveres de todo tipo que se arrojan en el, sus aguas no producen problemas de salud a los que en sus aguas se sumergen.

CUARTO FUNDAMENTO: ANATÓMICO Y FUNCIONAL
No podemos desconocer que la anatomía del rostro humano está configurada por la propia naturaleza, para que las lágrimas se deslicen sin dificultad hacia la boca. Los orificios lagrimales, que son pequeñas aberturas por donde salen las lágrimas se encuentran ubicados en el extremo interior, detrás de cada párpado; y descargan las lágrimas que se almacenan en el saco o cáliz lagrimal, brotando por el borde interno del ojo, al lado de la nariz, para que al salir se deslicen hacia la boca, sin dificultad.
Al mismo tiempo, existe una descarga de lágrimas hacia la fosa retronasal; vemos que la naturaleza también lo ha dispuesto así, para que parte importante de ellas ingrese inconscientemente al organismo, para que actúen los diferentes elementos que contienen.
Las lágrimas, a diferencia de otras emisiones fluidas del cuerpo, no cumplen la función de depurar el organismo o el cerebro, como se creía en la antigüedad y, por lo tanto, no liberan toxinas orgánicas de depuración, como lo es el sudor, la transpiración o la orina.
El hecho de que exista este flujo retronasal en nuestra anatomía corporal interna, permite que el organismo aproveche los diversos elementos energéticos y bioquímicos, que se generan velozmente cuando se presentan las emociones y los sentimientos, e informa rápidamente a la glándula lacrimal para que desde allí escurran como lágrimas. Veremos más adelante que este proceder de la naturaleza en el organismo humano, es sin duda, para lograr mantener el equilibrio psíquico de los individuos ante las fuertes emociones que les hacen brotar. Como podemos ver las lágrimas son el antídoto perfecto y natural para fortalecernos ante las adversidades de la vida.
La glándula lacrimal además, está involucrada directamente en las funciones de otras glándulas de secreción interna, relacionada principalmente con el hipotálamo, puesto que éste se encuentra relacionado en forma directa con los ojos y el globo ocular. La glándula lacrimal reacciona al igual que otras glándulas endocrinas, ante los diversos estímulos internos y externos que en el organismo se generan y principalmente con pensamientos, ideas y emociones.
La glándula lacrimal, pertenece al sistema endocrino y al mecanismo de defensa orgánico, sería la única glándula de este tipo que es también exocrina, pues vierte parte de su contenido al exterior para que sean bebidas conscientemente, y al mismo tiempo puedan ser compartidas, una parte de su caudal reingresa al organismo por el flujo retronasal.
El funcionamiento orgánico de nuestro cuerpo es extraordinario y cada emoción es activada en el propio cerebro, el cual tiene dos hemisferios perfectamente delineados. La ciencia ha establecido que cada hemisferio cerebral corresponde a diferentes funcionalidades del intelecto y esto demuestra la dualidad en la cual estamos sumidos, una dualidad externa y, al mismo tiempo, interna.
El hemisferio derecho está relacionado con la expresión no verbal; en él se ubican la orientación espacial y principalmente la conducta emocional. En quienes domina este hemisferio tienen mayor facilidad para expresar y demostrar afecto, son personas bondadosas, intuitivas, románticas, creativas, son muy espirituales y tienen muy desarrollada la imaginación. Gracias a este hemisferio de la materia gris, el ser humano es capaz  de entender metáforas poéticas y románticas, soñar, crear y combinar nuevas ideas y tener un concepto más amplio de la paz, de Dios y del amor.
Desafortunadamente, aún el centro dominante en la gran mayoría de los individuos en el planeta es el izquierdo, relacionado con la parte verbal; este hemisferio es más razonador que intuitivo, los razonamientos lógicos son más comprensibles, resuelve con mayor facilidad problemas numéricos y memoriza con más precisión informaciones concretas y se localiza mejor en el tiempo que en el espacio.
Digo desafortunadamente por el hecho de que este hemisferio nos hace vernos separados, individualistas, desunidos y parcializados, domina el ego, el conflicto. En cambio, el derecho es el que nos unifica como seres humanos, nos hace sentir perfectos, unidos y hermosos, sin importar las apariencias, y creer e intuir un mundo mejor.
De todos modos, ambos son necesarios, para que esta vida se desarrolle en la dualidad imperante que existe en el planeta.
Bob Samples, profesor, escritor y filósofo humanista, ofrece un ejercicio de imaginación relacionado con lo que deseo que se comprenda y es el siguiente:
«Supongamos por un momento que cada uno de nosotros tiene en la cabeza no sólo un prado, sino dos. Dos prados claramente diferentes. Desde luego, como ambos son prados, tienen algunas cualidades en común. Pero aún así existen diferencias apreciables entre ellos. Para que queden bien separados, visualicemos un río ancho y rápido que corre entre los dos. Eso es, un río que fluye de un hemisferio al otro.»
Lo más asombroso de este río es que fluye en ambas direcciones a la vez. La sustancia de un prado puede pasar instantáneamente al otro. Sin embargo, en cuanto llega, se transforma adaptándose a la ecología del nuevo prado».
¡Maravilloso lo que dice Samples! Porque si el llanto se genera  por las emociones, los sentimientos y los procesos mentales de ambos hemisferios cerebrales, las lágrimas llegan impregnadas con los sutiles elementos que genera el organismo, con la información de cada uno de estos hemisferios, y como brotan por cada uno de los ojos, sin ninguna duda, ambas lágrimas son diferentes, ya que en el órgano de la visión, ambos ojos están conectados directamente con cada uno de los hemisferios cerebrales a través de quiasma y los nervios ópticos.
Entonces, si las lágrimas impregnadas sutilmente con la información de cada porción cerebral, se unen cada vez que se llora en un afluente común al juntarse en la boca, ellas van haciendo una labor de unificación de los diferentes hemisferios cerebrales, que se armonizan en cada uno de nosotros al pasar las lágrimas juntas al organismo, produciendo la armonía mental necesaria para el cambio de consciencia y superar la dualidad que parte del actual estado mental del ser humano, con las nefastas consecuencias que ésta dualidad sin complementación, aún tiene en nuestra existencia.
Una de las tareas más importantes del ser humano en la tierra es superar conscientemente la dualidad a la cual estamos sometidos, bien y mal, luz y sombras, fe y temor, femenino y masculino, positivo y negativo son parte de la dualidad donde está también la salud y la enfermedad, la vida y la muerte.
Al comprender la dualidad se toma consciencia que ha sido necesaria en el proceso evolutivo del ser humano y, que ambos factores de ella se complementan entre sí, ¿Por dónde se desplaza la luz si no es por las sombras, que haría el hombre sin la mujer? Comprender y dominar la dualidad, es necesario para la futura trascendencia que los seres humanos tendremos sobre el planeta, que se logra solo cuando en consciencia se unifican en armonía, ambos hemisferios cerebrales.

QUINTO FUNDAMENTO: CIENTÍFICO
Algo realmente sorprendente y extraordinario es que las lágrimas emocionales son completamente distintas y diferentes, en su composición bioquímica, a las lágrimas que sólo cumplen la labor de lubricar el globo ocular, cuando éste es agredido por algún elemento externo como humo, polvo o el tan conocido efecto al picar cebollas.
Las lágrimas emocionales tienen en su composición bioquímica un poderoso elemento llamado leucinaencefalina o leuencefalina, un neuromodulador que lo produce nuestro propio organismo al momento del llanto y es más poderoso que la morfina, algo increíblemente extraordinario que analizaremos luego con mayor detención en este estudio.
El sólo hecho de ser diferentes significa que en ellas viene “algo especial” y en directa relación con los sentimientos y emociones que las hacen brotar; la naturaleza es sabia y ellas contienen la energía y los productos que confirman y avalan con características científicas este fundamento.

SEXTO FUNDAMENTO: LEY DE SIMILITUD
 La medicina oficial u ortodoxa utiliza principalmente en sus tratamientos elementos de choque, que producen la reacción con elementos contrarios a los síntomas o padecimientos que tiene la persona enferma. Esto significa que si hay un proceso infeccioso, se le da un antibiótico, y éste, al ingresar al organismo, llega al lugar de la infección a través de la sangre, para atacar los elementos patógenos. Si hay una inflamación se da un antiinflamatorio; si el estado es de depresión, un antidepresivo; si es alta temperatura, un antipirético, elementos terapéuticos que no es menester analizar en este tratado, pero que por lo general, son en altas dosis, concentrados de drogas o medicamentos sintéticos, producidos en laboratorios.
La naturaleza en su perfección logra ser específica con las lágrimas, de tal modo que a las personas que beben sus lágrimas producidas por el sentimiento de pena les van quitando la pena; las de dolor, van aliviando el dolor; las de celos, los celos; las de rabia, la rabia, y así con cada una de nuestras emociones.
Las lágrimas de emociones positivas, sin embargo, exacerban las emociones positivas por las cuales se llora. Para las personas que lloran con verdadera sinceridad por algún motivo especial, en esas lágrimas viene el remedio para tal motivo.
Llorar por el actual estado de la humanidad y beber conscientemente esas lágrimas, hace que la persona eleve rápidamente su nivel de consciencia al respecto y actúe en consecuencia con su nuevo estado superior.
Las lágrimas en su propia naturaleza, utilizan la ley de similitud para sanar, ley descrita no sólo por Hahnemann para sus tratamientos homeopáticos, sino 400 años antes de Cristo por Hipócrates, único calificado, entre tantos otros, por su gran sabiduría, para ser considerado el actual padre de la medicina ortodoxa y oficial, él manifestó...
 “Hay dos formas de tratar las enfermedades, por la ley de los contrarios -que como hemos visto utiliza la medicina oficial- y la ley de similitud (Similia similibus curentur) que utiliza la homeopatía.
Sigue diciendo Hipócrates; “Al tratar con los contrarios (antibiótico, antiinflamatorio, antidepresivos, antipiréticos) se alivian los síntomas de la enfermedad, en cambio al tratar con lo similar se cura la enfermedad”.
Esta eminencia de la medicina, a quien se le considera el padre de ella, también dejó en sus escritos el siguiente decreto: “La verdadera salud de los seres humanos, sólo llegará desde el interior de su propio cuerpo enfermo”. Cuatrocientos años antes de Jesucristo, Hipócrates ya conocía los conceptos de verdadera curación y de donde específicamente viene la verdadera medicina para el ser humano. ¿Coincidencia con este tratamiento, o es que la naturaleza está imponiendo su verdad?

Si usted bebe sus lágrimas conscientemente, notará que al momento de empezar a hacerlo, el llanto cede y rápidamente llega la calma, los elementos bioquímicos que produce el organismo y llegan a través de ellas provocan la reacción necesaria para que esto suceda. Yo generalmente aconsejo dejar que broten un poco, antes de empezar a beberlas, ya que éstas sirven para compartirlas o juntarlas, y así aprovechar de mejor forma los elementos que vienen en ellas y que son los componentes que producen la reacción primaria de alivio y la calma, pero los que vienen diluidos en mínimas dosis, no cuantificables, son los componentes de características energéticas y de similitud. Esto es parecido al tratamiento homeopático con altísimas potencias, que utiliza esta ley natural, demostrando su gran efectividad. Estos serían los elementos que actúan a nivel de consciencia, para cambiar el switch que tenemos en relación con la salud, la enfermedad, nuestra existencia y nuestra vida.
Respecto de la Homeopatía y su descubridor, Samuel Hahnemann siempre decía que debía existir un elemento sanador único y similar en un cien por ciento a los padecimientos del ser humano. Hahnemann, de hecho, creó un sistema de tratamiento con la homeopatía llamado “unicismo”, en el cual se da un medicamento único al paciente, generalmente en altas dosis, pero ninguno de los elementos que utiliza la homeopatía reproduce por sí solo y con fidelidad, las características patológicas, mentales y psicológicas de un enfermo y, por lo tanto, se ha considerado el “pluralismo” dentro de esta forma de tratar como más efectivo, donde un conjunto de medicamentos homeopáticos y en distintas potencias van reproduciendo la similitud de los padecimientos a tratar. La materia médica homeopática es tan rica y extensa en la actualidad, que resulta muy difícil, incluso con programas computacionales, encontrar un solo medicamento que reproduzca la totalidad de los síntomas del paciente para ser tratado.
En cambio, no podemos dejar de considerar que el mejor laboratorio bioquímico que existe, es el propio organismo, capaz de producir los elementos precisos, necesarios para el organismo, en el momento adecuado, con la dosis justa y para el problema que le aqueja, características que tienen las lágrimas al llorar.
Cuando el organismo está vital, una energía muy especial, en forma maravillosa e ininterrumpida, genera en sus órganos células, glándulas y sistemas, los elementos necesarios para mantener en equilibrio la energía, la homeostasis y recuperar la salud, y se entorpecen a medida que esta fuerza vital del cuerpo va siendo disminuida o anulada por enfermedades y los efectos emocionales que nos han afectado desde la niñez, archivados a fuego en nuestro subconsciente, por este motivo hay muchas personas que no pueden llorar, su organismo ha perdido en cierta medida su capacidad de emocionarse hasta las lágrimas y aunque haya emoción muchas veces no hay llanto.
Por diversos motivos, no hay nadie en la actualidad que sea completamente sano en el mundo y, al mismo tiempo, al no estar completamente sanos en forma individual afectamos notablemente a toda la sociedad: la sociedad se encuentra enferma porque nosotros estamos enfermos.
Debemos considerar que el cuerpo humano es un solo órgano y su única función es la vida, de igual modo la sociedad, debería ser un solo organismo cohesionado, de tal forma que su única misión sea el bienestar de todos sus componentes.
Así, en una maravillosa vuelta de ciclos cósmicos y terrestres, justo en la era de Acuario, la era del agua que viene a limpiar, aparece nuevamente la revelación de las lágrimas como el antídoto perfecto, que nos permite que los procesos mentales producidos por emociones negativas, no sigan haciendo estragos en nuestro organismo.
Si logramos llorar por nuestras frustraciones y desidias pasadas, esas lágrimas anularán poco a poco los nefastos efectos que aún perduran, de aquellos traumas que se encuentran archivados férreamente en nuestro inconsciente y que nos hacen enfermar y actuar negativamente.
Nunca antes se había considerado que las lágrimas deben ser bebidas conscientemente, generalmente ha sucedido todo lo contrario, siempre se ha reprimido el llanto como si éste fuese una demostración de debilidad, en lugar de considerar la fortaleza que las lágrimas van entregando al organismo, cada vez que se utilizan como es debido y como lo estableció la propia naturaleza, al diseñar el rostro humano para que se deslicen sin dificultad hasta la boca.
Esta energía es propia energía sanadora de las emociones por las cuales se llora; lo similar cura lo similar, ya sean emociones pasadas o presentes.
Las lágrimas emocionales son el antídoto que anula los efectos negativos de emociones negativas, impregnadas en el agua de una forma misteriosa, lo que afortunadamente ha sido demostrado últimamente por un investigador japonés, Masaru Emoto, cuyos estudios analizaremos más adelante.

SÉPTIMO FUNDAMENTO: ANCESTRAL
Desde que me sentí involucrado y comprometido en todo lo relacionado con las lágrimas, con el tratamiento que recomiendo y pregono, siempre me ha llamado mucho la atención por qué los arqueólogos y especialmente los egiptólogos -rama de la arqueología que sólo estudia la cultura del antiguo Egipto- no han dado una interpretación correcta de su más relevante símbolo, el “Ojo de Horus”; creo que es por lo que dice el autor del libro El Principito, Antoine de Saint Exupéry: “Solo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible para los ojos”. Este símbolo es tan simple como su misma imagen lo indica, pues la simbología egipcia transmite conocimientos, conceptos y acción, un par de piernas de lado indican caminar, un par de brazos levantados demuestran súplica y oración, un ojo significa observar o mirar y asimismo, este símbolo de Horus al que me refiero, muestra un ojo del cual se deslizan claramente dos lágrimas, una que cae perpendicularmente y va en directa dirección hacia la boca, para que sea bebida, y otra que en forma de espiral va hacia el lado, indicando claramente que deben ser compartidas.
Este fundamento ancestral de una cultura tan especial como la del antiguo Egipto, es de vital importancia dentro de la Lagrimaterapia, pues a través de compartir nuestras lágrimas se logran conectar y unificar los seres humanos entre sí, de una forma muy especial y logran comunicarse con facilidad con el real espíritu humano, que fue lo que  les dio a los faraones de aquella época la condición de ser considerados dioses.
Al compartir las lágrimas, los seres humanos lograremos unificar pensamientos, sentimientos, emociones, ideas, sueños e ideales. Señalo esto por el hecho de que he tenido experiencias extraordinarias de comunicación extrasensorial, con las personas con las cuales hemos compartido nuestras lágrimas y que demuestran el gran poder de  unificación que ellas poseen, magnetismos ocultos que aún no hemos descubierto. Afortunadamente para mí, esto que digo cada uno de ustedes lo podrá comprobar, a medida que utilicen sus lágrimas y las compartan;entonces ya no será que sólo imaginemos una humanidad donde todos compartimos los mismos sueños, en base a ideales y valores altruistas, libres de mezquindad, codicia, temores o maldad, y el ser humano descubriría en la Tierra su verdadera condición humana y divina, cuando en conjunto ampliemos  nuestra consciencia, para luego trascender unidos a otras etapas de la existencia.
        Sólo al crear consciencia de unificación cambia completamente el paradigma actual, ya que al compartir sentimientos y emociones a través de nuestras lágrimas, logramos también incorporarnos a una gran masa de personas de fe, que han estado trabajando sin descanso y de diferentes maneras, para ser parte del “Número crítico de consciencia colectiva verdadera”, para lograr el anhelado salto cuántico, que nos catapulta como sociedad a otras etapas de la existencia, al liberarnos de las invisibles cadenas que nos mantienen sumidos en nefastas condiciones de vida y de salud.
Estudios demuestran que los egipcios constituían una avanzada civilización, que basaba su conocimiento, su ciencia y su tecnología, principalmente en la energía espiritual, motivo por lo cual los faraones eran considerados verdaderos dioses. Una sociedad con una tecnología natural, que hasta el día de hoy se desconoce y nos asombra, con la cual eran capaces de realizar con perfección y exactitud fabulosas construcciones por todos conocidas, las cuales impresionan no sólo al verlas, sino además, al analizarlas, pues entregan informaciones precisas del diámetro y la circunferencia del planeta, la distancia al Sol, a la Luna y los movimientos de la Tierra en la galaxia y los ciclos cósmicos a los cuales está sometido nuestro sistema solar y planetario. ¿Cuál era su fin al dejarnos estas informaciones?  Hay quienes afirman que esta maravillosa comunidad debe estar en algún lugar del Universo o quizá aquí mismo, en otra dimensionalidad, esto es parte de elevar la consciencia y ser capaces de admitir otras posibilidades, más allá de lo que nuestros sentidos pueden captar. La propia naturaleza les entregó la fórmula para trascender, y no será muy diferente a la nuestra, con un factor en común, que a futuro no podremos desconocer ya que sabemos que el secreto de su poder estuvo radicado en este símbolo de un ojo con lágrimas, poder que Moisés adquirió también en Egipto, siendo capaz de abrir el Mar Rojo, recibir maná del cielo o hacer brotar agua de una roca, con el solo hecho de ordenárselo golpeándoles con una vara.
El símbolo del "Ojo de Horus" es un legado de los egipcios a través del tiempo, que quisieron transmitir a las futuras generaciones, para que de una forma tan simple como beber y compartir nuestras lágrimas, se logre la trascendencia de la humanidad, como ellos también lo hicieron.
Nuestra civilización actual, aparentemente, pareciera representar el máximo progreso del hombre sobre la Tierra, que ve el desarrollo como la adquisición del bienestar a través de cosas materiales y lo que la ciencia y la tecnología han logrado alcanzar hasta el momento. Los antiguos egipcios en cambio, veían principalmente el aspecto espiritual de los seres de su pueblo, pues sabían que a través de éste, serían elevados de forma unificada, arrebatados a otras dimensiones, desapareciendo de la faz de la Tierra, al igual que algunos lemurianos y atlantes, como lo aseguró Platón en sus escritos, o como  los aztecas de México, los incas del Perú o el pueblo de Sión junto con Enoc.
Es posible, quizás, que dentro de toda la existencia de los seres humanos sobre esta escuela planetaria, hayan habido muchos pueblos que fueron capaces de unificarse en todo aspecto de la vida y hayan sido llevados por una fuerza misteriosa que no conocemos aún, pero de la cual tenemos evidencias, a otros lugares del vasto Universo, ya que no podemos olvidar que el Pastor nos dice que en diversos lugares tiene a sus ovejas, y en las Escrituras se habla de un rescate en masa, donde sólo algunos no serán arrebatados.
El "Ojo de Horus" nos deja, entonces, un mensaje de unificación a través de compartir las lágrimas, que es de suma importancia para la trascendencia de nuestra complicada sociedad actual, tan dividida en países, lenguas, culturas, ideas, ciencias y religiones, donde estas últimas, no han sabido cumplir con su misión de religar, de reunir, de juntar y de unificar verdaderamente a toda la masa humana, como lo dice la etimología misma de la palabra religión.

OCTAVO FUNDAMENTO: ESPIRITUAL
A estas alturas de la vida, de la época que vivimos, de la sociedad en que nos encontramos y a pesar del excesivo materialismo y el enorme agnosticismo circundante que hoy existe, no podemos dejar de reconocer que el hombre no solamente es mente y materia, pues desde siempre el ser humano ha sentido la llamada del espíritu, los diferentes aspectos religiosos de las diversas culturas sobre el planeta evidencian la necesidad imperiosa de un aspecto más bien desconocido, pero constantemente presente y que se muestra de diferentes formas en el diario acontecer; quien más quien menos, de alguna forma u otra, ha sentido esa fuerza interna que es el espíritu, el soplo de vida y al mismo tiempo, la inteligencia que hace que todo en la naturaleza funcione a la perfección.
El proceso evolutivo del hombre en la Tierra no va ligado a los aspectos físicos, como se pudiese esperar, y que no han variado desde que el homo sapiens se encuentra en el planeta, el eslabón perdido no ha sido hallado ni se hallará, aunque se desee constantemente demostrar evidencias; pareciera que algunos desean más ser descendientes de un animal, que haber sido creados a imagen del Creador.
Una elevación de consciencia como proceso evolutivo, es lo que verdaderamente relaciona el aspecto espiritual de nuestra existencia con el cuerpo físico del hombre.
Podemos mentalmente tener una gran cantidad de teorías, podemos creer cosas inimaginables aún para la mentalidad actual, pero nunca ha habido en esta sociedad un elemento común, un auténtico catalizador que concretamente eleve el nivel de consciencia de los seres humanos (más allá de orar o meditar), algo real, concreto, palpable, para todos por igual, sin costo alguno, que sea capaz de unificarnos de tal forma que, guardando la individualidad de cada persona, de cada ser, nos mantenga férreamente unidos espiritualmente, bajo aspectos de fe, de honor, de ética, de moral, de justicia y de amor. Es la única manera de que todo cambie.
Aunque la religiosidad se relaciona muchas veces con la espiritualidad, ninguna de las religiones actualmente vigentes ha podido lograr unificación; es más, cada día se ve mayor discrepancia entre ellas y una falta absoluta de consecuencia en sus predicaciones y en los principios anteriormente señalados de fe, ética, moral, honor, justicia y amor.
Si bien este libro no es para señalar lo que cada día es más evidente en el deterioro progresivo de estas instituciones, podemos darnos cuenta de que ellas no han logrado en absoluto satisfacer por completo a la población con sus ceremonias y argumentos religiosos, donde la espiritualidad en muchas de ellas se ha convertido en un lucrativo negocio, con ramificaciones comerciales en todo el mundo, donde sus cultores se ven involucrados en la vida social, la política y en los poderes civiles, públicos y privados, muy alejados de los principios de sus fundadores, como Mahoma, Lao Tsé, Buda, Krishna o Jesús desearon. Perdónennos señores, pues no sabíamos lo que hacíamos. La inconsciencia del hombre explica este caótico proceder.
Por las experiencias personales que he tenido, estoy seguro de que a través de las lágrimas se logra una unificación concreta y mágica con las personas con las cuales se comparten, pero independientemente de esta unificación, cada una de las personas que lleven adelante el tratamiento personal y compartan sus lágrimas, comprobarán lo que aquí aseguro como experiencia personal, además, creo que sólo he logrado descubrir una mínima parte de lo que las lágrimas nos tienen reservado. ¡Es maravilloso!
Ya es hora, después de haber navegado por siglos en un mar de lágrimas, vertidas por tantas generaciones en esta humanidad, que al fin y a través de ellas mismas esperemos con calma, paciencia y fe, el legado del Padre y lleguemos al puerto que se nos tiene reservado, para que en un futuro no tan lejano logremos comprender el valor de nuestra existencia, en el efímero paso por este mundo de miel y de agraz.
La necesidad de elevar nuestra consciencia, para incorporar mayor espiritualidad en los valores y en todo acontecer de la vida, hará darnos cuenta de que todas las funciones orgánicas están condicionadas y comandadas por una reacción donde cada órgano, cada sistema, cada glándula y cada célula, cumplen funciones determinadas que son dirigidas por una inteligencia que no es la nuestra, sino de una infinita inteligencia, que influye en todo el Universo y mantiene toda la naturaleza en pleno vigor. Esa energía la podemos llamar como cada uno quiera: fuerza, energía, Dios, Yahvé, Jehová, Prana, Chi, Ru. En ella nacemos, en ella vivimos, en ella tenemos nuestro ser, pero para poder comprender esto debemos tomar consciencia de ella, a medida que elevamos nuestro propio nivel de consciencia individual, donde nos damos cuenta de que toda función orgánica del cuerpo está condicionada a esta infinita inteligencia de características inimaginables, de perspectivas extraordinarias, de futuros inconmensurables, de bellezas aún no plasmadas en ningún lugar, que corresponden al poder del espíritu; pero para que éste se haga presente en nuestra realidad debemos elevarnos al nivel de la consciencia de los fundadores de las religiones que inconscientemente hemos seguido.
El primer paso para que esto suceda es darnos cuenta conscientemente de que hemos sido inconscientes y que esta inconsciencia se puede superar. Afortunadamente, esta propia energía ha dispuesto en la naturaleza, lágrimas, herramientas necesarias para ello.
Está surgiendo cada vez con más fuerza en todo el planeta, a través de muchos medios -libros, revistas, cine, documentales, terapias, poemas y música popular-, una nueva forma de pensar y ver la realidad, una nueva tendencia, que no es moda, pues la moda no perdura, donde se descubren principios fundamentales del espíritu, presente en el llanto consciente, porque hemos sido capaces de rebasar con tantas lágrimas la tinaja de los milagros, la tinaja de la vida, las redomas que estaban esperando el momento cúlmine de esta era tan especial, para que la consciencia de los seres humanos se unifique verdaderamente y miremos confiados un nuevo despertar.
Estas palabras que os digo vienen a través de un mensajero también muy especial, que llega junto con las lágrimas, el sacramento más sagrado que la naturaleza nos ha dejado, el sagrado lamento, porque ellas brotan de la fuente misma de la existencia de esa inteligencia espiritual, que el Creador ha puesto dentro de cada ser, para que podamos beber del agua viva, que fluye por las ventanas del alma de cada templo sagrado, para que podamos gozar eternamente de las cosas que han sido reservadas para los que quieren oír cosas nuevas y puedan ver cosas que jamás han visto.
La misma Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido la necesidad de incorporar en su definición de salud la parte espiritual. Si lo hiciera, el nuevo concepto de salud mundial rezaría posiblemente de la siguiente manera: “Salud, es completo bienestar físico, psíquico, social y espiritual y no solamente ausencia de enfermedades”.
El tratamiento con lágrimas o Lagrimaterapia es, entonces, el único que en forma concreta se puede relacionar también con los aspectos espirituales de los seres humanos, todas las Escrituras Sagradas, cristianas o no, de alguna forma hablan de ellas como consternación religiosa, ruegos y lágrimas al Creador, y principalmente, como alimento para el alma y el espíritu, elemento de consolación y elevación de la consciencia, alejadoras de males y de flaquezas, ellas alivian al afligido, los que lloran son bienaventurados y serán consolados, beber  gratuitamente del agua que fluye de la fuente de vida,  interpreta claramente beber las lágrimas, ellas son una reacción natural del organismo humano, para aliviar el mismo motivo por el cual se llora, el antídoto perfecto que nos entrega nuestra propia naturaleza humana y divina, para que en un momento determinado recuperemos nuestra auténtica salud, tan perfecta y especial, que de la cual, aún no tenemos ni el más mínimo conocimiento.
“El espíritu y la novia dicen ven, y el que quiera, que venga, y el que tenga sed que beba, y lo haga gratuitamente del agua que fluye de la fuente de la vida eterna” estas claras palabras de Jesús, son sin duda una invitación concreta a beber nuestras lágrimas, pero como desafortunadamente ha sucedido, en la mayoría de los casos, sus palabras han sido mal interpretadas, no se les ha dado el verdadero valor que ellas tienen.
En Génesis se lee, que Dios le dio al hombre su soplo de vida. Jesús nos dice que en el interior de nosotros se encuentra “La fuente de vida eterna”, y luego nos insta a que bebamos de esa fuente y gratuitamente. Las fuentes son de agua, ¿Cómo podemos beber entonces de esa fuente y gratis? Las lágrimas brotan de nuestro interior y no las cobra nadie.  Hace más de dos mil años atrás el Maestro Nazareno con su infinita sabiduría, nos indica claramente que debemos beber nuestras lágrimas gratuitamente y ratifica sus palabras al decir: “De cierto, de cierto os dijo, que el que no naciere del agua y del espíritu, no puede entrar al Reino de Dios”. Este versículo del Nuevo Testamento, se ha considerado como fundamento del bautismo de inmersión completa en el agua, que practican solo algunas religiones cristianas pero… ¿Por qué no podríamos considerarlo de igual manera, como el beber las lágrimas, ya que ellas traen el espíritu de la consolación y como vemos, es además, una clara recomendación de Jesús? El bautismo es muy importante para las religiones cristianas, por el motivo que el mismo Jesús se bautizó en el río Jordán pero, en el agua de los ríos, ¿Se encuentra el espíritu de consolación ofrecido también por Jesús?, sin duda las lágrimas traen impregnadas en su memoria molecular, ese espíritu que mora en el interior, ese soplo de vida, de cada ser.

Mi visión altruista del futuro de la humanidad me hace sospechar, a pesar de los designios fatalistas, que siempre parecieran ser más, que todas las promesas de Jesús serán cumplidas; estamos viendo ahora mismo cómo las profecías se están cumpliendo, hay que ser muy testarudo para no aceptar lo que ocurre actualmente ante nuestros ojos, como una visión apocalíptica de personajes que fueron inspirados para advertirnos de estos acontecimientos, serán momentos críticos que traen el rechinar de dientes y con ellas más lágrimas y aflicción, por eso debemos informar sobre ellas, utilizarlas y compartirlas, afortunadamente al mismo tiempo también, debemos darnos cuenta de que son las mayores pruebas que tendremos, para hacer la separación necesaria de la maleza y del trigo; los que serán arrebatados y los que no.
“Bienaventurados los que lloran, los que padecen injusta persecución, los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados”.
“Los mansos heredarán la tierra”, luego por supuesto de la gran tribulación que ya vemos en sus brotes. Los mansos, son aquellos seres que ya no desean más guerras, quienes han elevado el nivel de su consciencia, que no desean más violencia, que desean una vida en armonía con el planeta y en paz, tranquilos, aquellos que incluso piden que el agresivo, el malvado, el cruel, ojala logren arrepentirse verdaderamente y logren llorar, para que sus lágrimas actúen en ellos con todo su poder y calmen su sed de venganza, su agresividad, su falta de fe, sus mentiras y su maldad y se unan a los seres humanos que ya han hermanado sus mentes, sus pensamientos, sus ideales, a través del Sagrado lamento, este vínculo natural y al mismo tiempo sagrado, para que tanta desidia humana, llegue a su fin. Y como se dice en la televisión, “Cómprelo ya”, empiece ahora mismo su tratamiento; mírese en un espejo y observe su rostro cansado, no piense que de que le sirve llorar por cosas pasadas, busque el llanto, pues aunque ustedes no lo crean, el llanto es un don, un maravilloso don que el Creador lo puso en todos nosotros, ¿Por qué todos sin excepción nacemos llorando? Las lágrimas son para renacer y este don se le conoce como el “Don de lágrimas”, busque el llanto, haga algo, pues las puertas del cielo se serrarán y muchos desearán morir y no lo lograrán, de hecho las escrituras dicen claramente: “Buscarán la muerte y no la encontrarán”, no encontrar la muerte en este caso, será para aquellos que no desean desaferrarse a las cosas materiales, a su poder, a sus títulos, a su alcurnia. No se aferre a nada, por eso Jesús dice: “Deja a tu familia y sígueme” y no se trata de dejar físicamente a su familia e irse de su lado, pero entre ellos mismos pueden haber algunos que no le comprenderán; no se preocupe ni intente obligarlos, el mensaje de beber las lágrimas y compartirlas    se deja, como lo dejaban los sabios, el que quiera oír que escuche y el que quiera ver que vea, muchos no subirán a la barca al igual que en la época de Noé. Dios le proveerá para que resista, pero también dice que hay que morir primero, morir a todo lo que ya va quedando obsoleto.
Y le vuelvo a decir, no piense que ya es tarde, recuerde que “Los últimos serán los primeros” y tal vez los más felices, pues se encontrarán con un mundo distinto en un cerrar y abrir de ojos. Esto de “Los últimos serán los primeros”, también tiene una explicación en las palabras de Jesús, cuando les cuenta la parábola del patrón, que le da la misma paga a los que habían llegado a última hora a trabajar. Es por Justicia, ellos han sufrido más tiempo que los primeros. Al saberse sin trabajo se sufre ¿verdad?, pero los que se creen más pillos, los que duermen en la oficina, los que explotan, los que mienten, los que roban tiempo y dinero, los que se aferran sus jerarquías, a sus títulos, a su poder, a su ego, a estos les costará morir, porque se sienten bien como están. Cuando vean que los cambios son de magnitud, desearán hacerlo y no podrán, esta escrito.
Si usted decide hacer su propio tratamiento con lágrimas, le aseguro que comprobará con gran asombro lo poderosas que son, yo solo he hecho un descubrimiento que lo he considerado una auténtica revelación de la verdad, pero he dejado este legado para que sean ustedes los que investiguen más sobre su inimaginable poder, tan omnipotente y especial, que el versículo más corto que aparece en el nuevo testamento dice: “Jesús lloró” y lo hizo cuando fue a resucitar a su amigo Lázaro, debíamos preguntarnos aquí ¿Por qué Jesús lloró, si Él sabía que podía resucitarle? ¿No será porque necesitaba de algunas lágrimas para devolverle la vida a su amigo o necesitaba de la energía que se genera al llorar con los que lloran? Sin duda, Jesús conocía su poder y el de las lágrimas, por tal motivo recomienda beberlas y llorar con los que lloran.
Por tal motivo, en relación con este milagroso líquido que escurre por las ventanas del alma, en Apocalipsis se describe lo que Jesús nos entrega como una hermosa promesa para toda la humanidad y al final de este testamento dice: “Y ya no habrá más llanto, ni más lágrimas ni más dolor, porque las primeras cosas habrán pasado”. Sin duda el ser humano habrá elevado su nivel de consciencia y se convertirá en un ser más espiritual, habrá escapado de la dualidad imperante en el planeta y superando la tridimensionalidad, descubrirá otras dimensiones que están preparadas para él en el infinito, para continuar su infinita existencia, donde las lágrimas ya no las necesitará. Pero dice además “La primeras cosas habrán pasado”, eso significa que el trabajo nuestro continúa, pero ya sin sufrimiento ni dolor.
Parece cuento de hadas, alguna loca historia de los hermanos Grimm. El sueño de Juan Salvador Gaviota, Galil Gibran, Antoine de Saint Exupery o de tanto “Loco” que anda suelto hablando de estas cosas, pero es porque esta escrito, y claramente, ya muchos tienen una consciencia renovada de tanto haber llorado, no es cosa mía, ni de mi imaginación, mis conclusiones en relación con las lagrimas y estas cosas que considero necesarias aclarar, vienen de otros locos que han estado más locos que yo o por lo menos, antes que yo.
Las lágrimas de dolor, de tristeza, de rabia, de celos, ya no tendrán razón de ser y sólo quedarán aquellas de gozo, los ríos de agua viva que brotaran a caudales de todos los que creen en ÉL. Alegría y gozo al ver todas sus promesas cumplidas, en un nuevo y maravilloso amanecer. Crean amigos, por favor, crean; no los obligo, como pido que no se haga, pero sí, insistiré.

Hugo Fuchslocher Salgado





No hay comentarios:

Publicar un comentario