La Lagrimaterapia es un tratamiento tan simple, innovador y
efectivo, como otros similares y revolucionarios que han marcado un cambio
trascendental en la mentalidad de las personas con respecto a la sanación y han
sido reconocidos a nivel internacional, gozando de gran prestigio por su
utilidad y eficacia para recuperar el organismo enfermo.
Me refiero a la Homeopatía descubierta y desarrollada por el
doctor Samuel Hahnemann y las esencias florales del doctor Edward Bach, estas
medicinas especialmente en los terapeutas,
médicos y sanadores que las practican, están provocado un gran cambio de
consciencia en ellos mismos y sus pacientes. Al considerar al ser humano como
una unidad mancomunada en cuerpo, mente, energías, sentimientos, emociones,
relación social y entorno. Esto es ya un gran paso para llegar a sanar en la
integridad, es por esto que la medicina natural del futuro es integrativa,
donde todos podemos intervenir e interactuar en ella y con respecto a la
Lagrimaterapia se trata solo de recomendar.
La Lagrimaterapia integra, por eso se debe trasmitir el
mensaje de beber y compartir las lágrimas, pues en el llanto que las genera no
hay diferencia de sexo, edad, estatura, peso, belleza, salud, raza, dinero,
color, piel, olor, posición social, hábitos, inteligencias, sentimientos,
emociones, lugares ni distancias.
Las lágrimas integran al ser humano en su esencia, pues lo
elevan por sobre su luz y sombra interior, es lo que necesitamos para el salto
más grande que va a dar esta humanidad con la integración, en la cual las
medicinas energéticas anteriormente mencionadas han cumplido en su misión.
Guillermo de Ockham, un filósofo escolástico del siglo XII,
del cual me hubiese encantado tener una lágrima suya, formuló una ley que ha
demostrado su validez en muchos aspectos de la vida, tanto en el acontecer
diario, como en lo económico, político, técnico, judicial, científico y social,
calzando perfectamente bien en relación a la integración y la Lagrimaterapia,
su principio reza así: “Entre una gran variedad de pensamientos, ideas,
hipótesis, teorías y conjeturas, siempre resulta ser verdadera y mejor, la más
simple”. Integrarnos es simple, solo que no se había descubierto aún la forma
de hacerlo, se trata solo de reconocer y valorar lo que nos entrega nuestra propia naturaleza para
sanar y utilizarlo. Eso es todo.
¿Qué más simple
entonces, que beber las lágrimas directa, consciente y sistemáticamente cada
vez que se llora? Esto es simple y lo más básico y lo más importante de este
tratamiento terapéutico que utiliza una maravillosa reacción del organismo,
para entregarnos el producto que sirve como antídoto para que las emociones no
nos afecten.
La Lagrimaterapia entonces consiste en…
“Beber
conscientemente las propias lágrimas, cada vez que ellas hagan su aparición en
los ojos, por los más diversos sentimientos o emociones que les hagan brotar”.
Todas sirven, y además, para que
no haya justificación alguna para no hacerlo, son completamente gratis.
Digo beber conscientemente, por el hecho de que al hacerlo
de esta forma, activamos de inmediato mecanismos fisiológicos del cuerpo, ya
que nuestros actos y pensamientos mientras más conscientes, producen sutiles
pero intensas descargas bioquímicas a nivel neuronal, que desencadenan una
reacción en todo el organismo y que se almacenan en la memoria celular de
nuestro cuerpo.
La práctica debe ser conscientemente además, pues estará
pendiente de los cambios que el tratamiento va provocando a medida que se avanza
en él. Así podrá comprobar que éstos no son sólo a nivel físico, orgánico
mental, sentimental y emocional, sino que además, se percatará de que el
tratamiento provoca cambios a nivel de entorno, cambios inexplicables para mí,
pero que siempre van en relación con el crecimiento de la persona; y la ley de
causa efecto que gobierna el actuar del mundo, es por lo que puedo asegurar que
las lágrimas y el tratamiento, pertenecen a la parte mágica de la vida pues
emplea leyes naturales que generalmente no utilizamos conscientemente.
“Compartir lágrimas también forma parte de este
singular tratamiento”, se hace en una
forma muy simple cada vez que se desee, cuando haya lágrimas por diversas
situaciones. No se trata de beberlas directamente de otras personas, aunque con
los seres muy queridos se puede hacer, yo particularmente lo hice con las de mi
madre y con las de mi esposa y lo sigo haciendo con las de mis hijos pequeños.
Se trata entonces de tocar las lágrimas cuando salen de los ojos, con la yema
de los dedos y pasarlos suavemente por la piel de las personas entre las cuales
se deseen compartir, con esto basta.
Masaru Emoto, conocido investigador japonés sobre las
cualidades del agua, ha demostrado que este vital elemento tiene una memoria
muy especial, memoria que tiene el agua de las lágrimas en sus moléculas, donde
en los átomos de hidrógeno y oxígeno van quedando impregnadas las emociones y
sentimientos que les hacen brotar, al compartirlas, los diminutos átomos son
absorbidas por la piel y de esta forma se van unificando los sentimientos y las
emociones con quienes se comparte pero al mismo tiempo también, pensamientos,
ideas, sueños e ideales, las lágrimas compartidas irán unificando la masa
humana para que en conjunto seamos capaces de superar todas nuestras
dificultades.
Con el tiempo, el hecho de beber las lágrimas y compartirlas
se hará habitual, se transformará en un hábito dentro de la sociedad, un nuevo
paradigma en relación al llanto, que será útil para sanar.
Y en tercer lugar…
“Se ha elaborado
un producto, un Elixir con la recolección de muchas lágrimas emocionales”, un
producto muy especial, en relación al hecho de acceder a una interacción
emocional con un sinnúmero de personas diferentes, un elíxir que contiene solo
la energía de las lágrimas, similar a las esencias florales y que las personas
podrán obtener para complementar su propio tratamiento individual.
El elixir de lágrimas emocionales, es un soluto acuoso
elaborado minuciosamente en laboratorio de forma simple, pero bajo estrictas
normas de producción. No es para ser bebido sino aplicado sobre la piel, al
igual que cuando se comparten las lágrimas, aunque por las características de
elaboración y asepsia de este elixir, también se pueden beber, pero se ha
decidido hacerlo así, ya que su efectividad es la misma, y además, porque más
de alguien puede llegar a pensar que
está ingiriendo algo de lágrimas de personas desconocidas, produciendo cierto
resquemor, aunque no debería ser así, ya que este producto por su altísima
disolución, que va más mucho más allá del número de Avogadro (que es un
factor elevado a la veintitresava
potencia), prácticamente no queda vestigio alguno de las lágrimas empleadas
para producirlo, pues sólo se extrae la energía sanadora que contienen las
lágrimas.
Este elíxir viene en un frasquito atomizador para su fácil
aplicación sobre la piel.
Una de las características más importantes de este
tratamiento y que siempre se debe tener en cuenta, es que no es sólo para
personas enfermas, sino principalmente, para quienes se consideran sanos y en
los cuales aún no se reflejan efectos de enfermedad. Es importante destacarlo
en los niños, que son los que más lloran, y se debe inculcar en ellos que beban
sus lágrimas como lo más natural del mundo, para que luego lo consideren una
característica habitual en ellos y sepan que deben conscientemente beberlas y
compartirlas cada vez que ellas aparezcan en sus ojos.
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