jueves, 20 de junio de 2013

LAGRIMATERAPIA Y PSICOLOGÍA HUMANISTA TRANSPERSONAL

Este tratamiento natural denominado “LAGRIMATERAPIA” emerge en estos días como solución a múltiples problemáticas del ser humano, entre ellos y principalmente su salud física y mental; bastión de crecimiento y fortaleza para alcanzar otros niveles de consciencia superior a los actuales.

Conocía algo de la Psicología transpersonal pero, al interiorizarme aún más de ella, me he dado cuenta que existe un gran paralelismo recíproco entre el descubrimiento del poder sanador de las lágrimas y las directrices que promueven la Psicología Humanista Transpersonal, ya que las lágrimas y su tratamiento permiten una comunicación directa con nuestro ser interior, pues brotan desde la Sagrada fuente de vida eterna, y al mismo tiempo los elementos bioquímicos que disueltas en sus moléculas permiten trascender  a una nueva consciencia de sanación a través de la mente pero comandada ya desde el espíritu, alejándonos paulatinamente de un mundo donde actualmente dominan los placebos.

Sin duda que a través de los descubrimientos que utiliza magistralmente la Psicología Humanista Transpersonal al ponerlos en práctica; la ciencia con el tiempo será más espiritual y la espiritualidad más científica, permitiéndonos acceder a otras etapas del saber, donde el conocimiento es sabiduría y la sabiduría una virtud para transcender.

El ser humano en esta escuela cósmica está sometido constantemente a una serie de dificultades de la más variada índole y características, desde aprender a caminar a hablar o a leer, pasando además por dolores, molestias y enfermedades, problemas estudiantiles, laborales,  económicos y accidentes de todo tipo. No deja de ser un problema también para la humanidad intentar resolver todas las calamidades en la educación, en la cultura, la política, la economía y en las religiones. Quien más, quien menos tiene una idea de lo que se podría hacer, pero la Psicología Humanista Transpersonal a mí parecer, ha tomado las riendas en este aspecto, delimitado pautas concretas en la búsqueda de soluciones con su sistema, intentando dejar atrás las palabras inmortales de Shakespeare “ser o no ser”, ya que aún, a estas alturas de la evolución, nadie puede desconocer que estamos dominados por el ego.

La Psicología Humanista Transpersonal, es como su misma palabra lo dictamina sin mayor retórica ni dogma, se caracteriza por la búsqueda incesante del ser humano superior, que yace en el interior de cada ser y lo descubre cuando logra ser el que es, el que logra transcender más allá de la dualidad imperante en el planeta y de los dos hemisferios cerebrales que le encadenan a la razón. Por lo tanto, esta psicología no deja fuera de sus conceptos que el humanismo concierne a todos los seres humanos de la tierra y  también tiene oídos para aceptar e incluir en sus prácticas todo lo que se puede utilizar en el campo de los descubrimientos para recomendarla entre sus seguidores.

Sin duda la Lagrimaterapia estará ahora dentro de su amplia gama de posibilidades, llegando como siempre lo han deseado sus cultores a alcanzar al mayor número de personas, como la levadura que leuda la masa; que unen sus mentes en una nueva consciencia para transcender, y como dice Claudio Naranjo, producir el cambio deseado educando desde las bases y espero que enseñando a los niños para que sepan por qué deben beber sus lágrimas.


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